domingo, 2 de mayo de 2010

continuación 4

-Es fuerte. - comentó Carlos al acabarse el contenido.


-Justo como a mi me gusta, no esa porquería que venden en todos lados.

-¿Y tu madre te deja beber?

-¿Mi madre?

-Si, esa chica de rizos.

-¡Ah! Te refieres a María. No es mi madre, mas bien estoy a cargo de ella. Su madre murió hace quince años.

En ese momento Carlos ni siquiera se dio cuenta de lo extraño que resultaba que una chica de unos dieciséis o diecisiete años estuviera a cargo de una de mas de veinte.

-Tienes vino aquí. - dijo Áyax señalando justo de bajo del labio.

Carlos fue a limpiarse con el dorso de la mano, pero Áyax se lo impidió agarrándole de la muñeca.

-Deja que lo haga yo. - dijo con una voz que hizo que se estremeciera de pies a cabeza.

Áyax posó sus labios encima de la gota de vino y lo succionó suavemente. Carlos la miró extasiado y después la atrajo hacia si y la beso desenfrenadamente. Ella le correspondió y contraatacó ferozmente. Se tantearon el uno al otro, deslizando las manos ansiosamente por el cuerpo del otro. Cayeron encima de la cama y Carlos le quitó la camiseta Áyax y ella, por no ponerse a desatar botón a botón la camisa de él, se la arrancó, haciendo que los botones salieran volando. Con extraordinaria agilidad, Áyax cogió impulso y se puso encima de él. Le recorrió el pecho a besos, acompañados de vez en cuando por dulces mordisquitos, que se fueron haciendo mas fuertes hasta que le produjo sangre cerca del cuello, dejándole la marca.

Y las lujuria se adueñó de la habitación.









2º Mas muertes.





Carlos se levantó por la mañana con un bonito dolor de cabeza por el alcohol de la noche anterior. Alargó la mano para coger su reloj digital, pero se encontró con la nada. Abrió los ojos, sorprendido y se dio cuenta de que no estaba en su cuarto, si no en la habitación de Áyax, había pasado la noche con ella. Tanteó la cama a su alrededor, pero estaba vacía y fría, ella se había marchado hace rato. Se vistió y cuando estaba a punto de salir por la puerta entró Áyax.

-¡Venga, Carlos! ¡Que llegamos tarde!

-¿Tarde? ¿A dónde? ¿Qué…? - dijo medio dormido.

-¡Al instituto so bobo!

Bajaron corriendo las escaleras y cogieron las tostadas que María les había preparado junto con un tetrabrik de un litro de zumo para compartir.

Caminaron hasta el colegio con paso rápido y como no Áyax llevaba unas sandalias de tacón de aguja haciendo resonar sus pasos.

1 comentario:

Pablo DG dijo...

oye, que te parece si pongo yo la direccion de tu blog en el mio como blog afiliados y tu pones la mia en el tuyo?? respondeme con un comentario en mi blog