lunes, 12 de abril de 2010

continuación 1

Las clases pasan aburridas y llega la hora del recreo. Ayax se tiene que levantar como una flecha para conseguir salir justo después de la chica vestida de negro. La sigue hasta el patio, sorprendiéndose ante la curiosa habilidad que tiene para escabullirse y al fin cuando se detiene a almorzar debajo de un sauce llorón, Ayax se le acerca.
-Hola, soy nueva aquí, ¿te importa si me siento contigo?
Ella la mira con incredulidad y pestañea como para asegurarse de que no esta soñando.
-¿Me puedo sentar contigo? - repite Ayax.
La chica asiente lentamente y ayax toma asiento a su lado.
-¿Cómo te llamas?
-Nítzida.
-¿En serio?
-¿Y tú como te llamas? - Pregunta, molesta.
-Ayax.
-¿En serio? - pregunta, sarcásticamente.
Ayax la mira y comienza a reírse.
-¿De que te ríes ahora?
-De nada, solo estaba pensando que encajamos muy bien. Dos chicas raras con nombres raros.
Nítzida se revuelve y dice:
-¿Y que te hace pensar que soy rara?
Ayax la miró como si le extrañara la pregunta.
-Vamos, estas aquí sola y sin amigos, a eso yo lo llamo ser rara.
-A… pensé que te referías a mi forma de pensar.
-¿Tu forma de pensar?
-Si… soy emo.
-¡Lo sabía!
-¿Y tu que tienes de rara?
Ayax sonríe misteriosamente.
-Algún día te lo contare.
-Bale, lo que tú digas. Ahora ya puedes volver con tus amiguitos y reíros de mi.
-Tú te has vuelto loca chica. Estoy aquí para conocerte e intentar ser tu amiga. Pero si no quieres, yo me voy y asunto arreglado.
Ayax se levanta y comienza a marcharse.
-¡No, espera! Siéntate por favor. Es que no estoy acostumbrada a que la gente te arrime a mi a no ser que sea para meterse conmigo.
Ayax se sienta bastante satisfecha, ha conseguido que Nítzida empiece a abrirse a ella.
-A mi me da igual si eres emo, te cortas las venas o te pones una peluca y caminas bocabajo en mitad del pasillo del insti. Quiero conocerte, sin mas, sin trucos ni nada. Esta noche me han invitado a ir a una discoteca, te vienes?
-No… no se…
-¡Anímate!
-No, hoy no puedo y te lo digo de verdad, estaba pensando en decirte que sí pero esta noche tengo una reunión con una asociación de emos. Nos reunimos todos los lunes y no quiero faltar por nada del mundo.
-Bueno, otro día será. ¿y a que hora es esa reunión?
-Sobre las ocho y terminamos a las diez o diez y media.
-Un día me gustaría ir. ¿Crees que me dejarían entrar?
-Sí, por supuesto pero avísame con un par de días de antelación.
Nítzida está sorprendida de lo increíblemente fácil que le resulta hablar con ayax, es la primera vez que se siente a gusto con otra persona. La campana replica, reclamando su presencia en clase. Recogen rápido sus cosas y corren hacia la puerta. Esta vez ayax se sienta en clase con Nítzida y esta le ayuda a ponerse al día. Cuando las clases terminan se despiden y cada una pone rumbo a su casa, que curiosamente están en dirección contraria. En mitad de su trayecto, un chico la aborda.
-Hola, perdona que te moleste pero, ¿nos conocemos de algo?
-No, creo que no. - contesta ayax con fría cortesía. - ¿Es por algo en especial o solo era para conocerme?
-E… pues… un poco de los dos. Por favor, necesito comprobar una cosa, ¿puedes quitarte las gafas un segundo?
Áyax se las quita con un movimiento rápido. Pestañas negras infinitas y unos ojos verdes enmarcados por raya y sombra negras. El chico suspira, a la vez de alivio y de decepción. Áyax se vuelve a colocar las gafas con una sonrisa malévola.
-¿Qué esperabas, unos ojos púrpuras? - suelta una carcajada y se marcha, caminando angelicalmente.
-Pues sí. - responde el chico cuando ya no puede oírle.
En cinco minutos Áyax llega por fin a su casa y tumba en el sofá, lanzando la mochila a una butaca. Pone la televisión, pero le resulta demasiado aburrida y la va a apagar cuando dan un aviso de última hora en el telediario.
-Una chica del instituto Angelis ha aparecido muerta a las afueras de Dlooby Centre. Aún se desconocen las causas de la muerte pero parece haber sido atacada brutalmente por un animal. El echo que no encaja es que parece haber sido violada. La policía está investigando y…
-¿Áyax, qué ocurre?
-Ya están aquí, María. Ahora vete y no me molestes.
-Pero…
Áyax se levanta de golpe y le lanza una mirada furiosa a una chica menuda de pelo negro y rizado, de unos veinticinco años, que retrocede asustada.
-Pero, nada. tu madre debió enseñarte a morderte la lengua. Ella si que era una buena chica, si no hubiese sufrido aquella enfermedad ahora estaría teniendo un gran futuro. Me pidió que cuidara de ti y lo voy a hacer, pero si no dejas de entrometerte en mis asuntos…
Dejó la frase en el aire, asustando a maría aún mas. Esta cogió su bolso rápidamente farfullando algo así como que se iba de compras y desapareció del vestíbulo en cuestión de segundos.

No hay comentarios: